¿Qué es la libertad? @raulamiel

 

#MisNotasDomingueras.-  enero 12  Nace Juana Ramírez La Avanzadora (1790) | Militar y heroína venezolana. Muere Diego Bautista Urbaneja (1856) | Abogado y militar venezolano. Hattie Caraway se convierte en la primera mujer en la historia en ser elegida Senadora de los Estados Unidos (1932). Nace Carlos Villagrán (1944) | Actor y humorista mexicano, famoso por haber interpretado al personaje Quico en la serie mexicana El Chavo del 8. Curiosidades de El Chavo del 8. Se realiza en Venezuela el primer juego profesional de béisbol LVBP, venciendo Magallanes 5 a 2 al equipo Venezuela (1946). Historia del primer juego de béisbol profesional en Venezuela. Muere Agatha Christie (1976) | Escritora y dramaturga británica, especializada en el género policial y de misterio, por cuyo trabajo obtuvo reconocimiento a nivel internacional. Muere William Hewlett (2001) | Ingeniero estadounidense, cofundador de Hewlett-Packard Company HP, junto a David Packard. Muere Adriano González León (2008) | Escritor y poeta venezolano. Se lanza la canción Despacito de Luis Fonsi en colaboración con Daddy Yankee (2017). Día del Pizzero y Pastelero.

En un artículo que leí, recientemente,  justo después de Navidad, pero que se publicó por primera vez en 1974, la escritora de ciencia ficción Ursula Le Guin decía: “Ser libre, después de todo, no significa ser indisciplinado”. Hace dos días, por providencia, me encontré con una cita, aparentemente de Aristóteles: “A través de la disciplina se llega la libertad”. Ambas afirmaciones me parecieron intuitivamente obvias, hasta el punto de que a la pregunta “¿Qué es la libertad?”, yo respondería: “La libertad es disciplina”. Sin embargo, no puedo fundamentar más este enfoque excepto en el sentido existencialista, en cuyo sentido diría que es fundamental. 

A lo que me lleva a preguntar. ¿Cómo se puede justificar esta inversión de la libertad? En términos generales, la libertad es la capacidad de elegir, pero nadie ni nada puede elegir de manera aislada: siempre hay restricciones. La cantidad de libertad que alguien tiene en realidad depende de la naturaleza de esas restricciones y de cómo las enfrentas. Las restricciones imponen en diversos grados la exigencia de como una persona disciplina sus elecciones. Por ejemplo, una persona puede verse limitada por un sistema político y disciplinarse para actuar con cautela dentro de los límites de ese sistema. Puede considerar que básicamente tiene la libertad de actuar de otra manera, como participar en una manifestación, pero que está limitada por otras prioridades. Por ejemplo, necesita conservar su trabajo para alimentar a sus hijos, de modo que decide no utilizar esa libertad. Esa persona puede seguir considerándose libre en otros contextos y, en última instancia, puede considerar siempre que su mente es libre. Nada externo puede limitar lo que uno piensa: la libertad tiene que ver con lo que hacemos con esos pensamientos.

La libertad es el poder de un ser sensible para ejercer su voluntad. Al desear un resultado determinado, las personas orientan sus pensamientos y sus esfuerzos hacia la realización de ese resultado, hacia una meta. Su capacidad para trabajar en pos de esa meta es su libertad. La expresión perfecta de la libertad se encontraría en alguien que, teniendo una idea infalible de lo que es bueno y una idea igualmente infalible de cómo lograrlo, no experimentará ningún impedimento para alcanzarla.

Metafísicamente, en lo que respeta al libre albedrío, la clave puede ser comprender cómo la elección humana puede ser causada pero no determinada. En el caso del libre albedrío, la libertad surge de la actividad del cerebro, pero no se reduce a ella. De maneras que aún no entendemos, los humanos a veces tienen la capacidad de examinar y elegir entre caminos en competencia. Cuando se trata de la conciencia y el libre albedrío, confío más en mi introspección de que ambos existen que en las supuestas visiones del mundo "científicas" que no dejan lugar para ninguno de los dos.

En cuanto a la política, la libertad más importante es la libertad de expresión. La necesitamos para la verdad, el buen pensamiento, la tolerancia, la apertura mental, la humildad, la confianza en uno mismo, el amor y el humor. Descubrimos la verdad sólo cuando somos libres de explorar ideas alternativas. Pensamos bien sólo cuando la gente es libre de darnos su opinión. Desarrollamos las virtudes de la tolerancia y la apertura mental sólo cuando somos libres de escuchar ideas desagradables. Desarrollamos la humildad cuando nuestras ideas se ponen a prueba en un ámbito público libre, mientras que la confianza en uno mismo surge de aquellas ideas que sobreviven a esas pruebas.

Una tercera perspectiva, llamada "indeterminismo", se basa en la idea de que no todos los acontecimientos tienen una causa. Cualquier evento no causado parecería suceder sin más. Pero eso no basta para lograr la libertad. Si tomo una decisión, quiero decir que es mi decisión, no que sucedió al azar: la tomé yo, la causé . Pero ¿cómo podría ser eso posible? Yo respondería que si lo que quiero es el producto de mi razonamiento, entonces yo soy la causa y, además, que mi razonamiento es distinto de las leyes físicas causales de la naturaleza.

La libertad puede considerarse metafísica y moralmente. Ser libre metafísicamente significa tener cierto control sobre los propios pensamientos y decisiones. Uno no está reducido a reaccionar ante causas externas. Ser libre moralmente significa tener la capacidad de vivir de acuerdo con estándares morales, de producir algún bien y alcanzar alguna virtud. La libertad moral significa que podemos aspirar a lo que es moralmente bueno o resistirnos a lo que es malo. Como tal, la vida moral necesita un objetivo estándar con el cual medir qué acciones son buenas y cuáles son malas.

La mayoría de la gente piensa que existe un acuerdo común sobre el significado de la palabra libertad. Pero la verdad, definir la libertad ha sido una controversia durante décadas, sino siglos.

Hace casi 90 años, Franklin Delano Roosevelt declaró que “la verdadera libertad individual no puede existir sin seguridad económica e independencia”. Al añadir que “los hombres necesitados no son hombres libres”, Roosevelt claramente pretendía que esta noción de “libertad de vivir sin necesidad” fuera un requisito para la verdadera libertad y sirviera como justificación para un nuevo concepto de “derechos”. Si la “libertad de vivir sin necesidades” se percibe como verdadera libertad, entonces no es más que un pequeño paso concluir que los individuos, para ser verdaderamente libres, deben tener un “derecho” a la provisión de ciertas necesidades de la vida, como comida, vivienda e incluso alguna apariencia de seguridad económica, cualquiera sea su definición. El tratamiento que Roosevelt dio al concepto de “libertad” todavía resuena en los salones de la élite política. Sin embargo, la visión de libertad de Roosevelt confunde la libertad real con la capacidad de la economía para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos.

Para mí, la sensación de libertad se produce cuando vives la vida en un estado de claridad, cuando no hay resistencia ni bloqueos emocionales, cuando estamos ocupados con cosas que hacen que nuestro corazón cante porque estamos en un estado de fluidez. Lo hacemos viviendo una vida con un propósito.  Cuando conoces tu propósito y lo vives conscientemente todos los días. Es allí, cuando eres libre. Tu propósito proporciona estabilidad y seguridad inquebrantables.

Para mí, la verdadera libertad es cuando uno tiene la capacidad de permanecer libre, mental y emocionalmente, incluso cuando hay caos afuera. La verdadera libertad es cuando uno puede mantener la calma en medio de la tormenta y puede ajustar su vela según el viento. La verdadera libertad no proviene de tener recursos para cambiar las circunstancias externas, sino de tener la capacidad de gestionar el propio ser interior. La verdadera libertad es cuando uno no tiene miedo al cambio, a salir de la zona de confort, a actuar ante el miedo. La verdadera libertad es tener la resiliencia para recuperarse de los reveses y las decepciones de la vida y tener la paciencia para esperar que llegue el momento adecuado.

La verdadera libertad es cuando te sientes verdaderamente libre, emocional, mental y espiritualmente, porque estás viviendo la vida en alineación con quién realmente eres. La verdadera libertad es vivir tu vida en tus propios términos y lograr el tipo de éxito que nadie más que tú define.

Una de las cosas clave que puede ayudarnos a ponernos en el camino hacia la verdadera libertad es la confianza. Necesitamos tener confianza para tener el coraje suficiente para hacer el cambio y enfrentar nuestros propios miedos. Tener el coraje de salir, encontrar nuestro propósito y crear una vida de verdadera libertad.

Y recuerda… Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!

 

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