El Teatro de los Sueños “contando los días de la semana” @raulamiel

#MisNotasDomingeras.-  Aproximación  argumental  de  una Obra  Breve  de Teatrín de Títeres para Adultos que estoy escribiendo.

Esta es la historia de Kefalonia Papadópoulos. Con nombre de isla Jónica y apellido paterno que significa "hijo de sacerdote" en griego. Nacida en Barinitas, Venezuela y parida por Krispina Rivas. Ha logrado adquirir gran fama en su ciudad. Hace emulo de una recordada película vista en su infancia, ejerciendo, para vivir como una independiente y popular prostituta, de espíritu libre y generoso, tanto así que suele invitar a sus parroquianos a su casa los domingos, solo para festejarlos con comida, licor y canciones, gratuitamente. Al colmo que su forma de vida es el símbolo viviente de las causas de la decadencia de su pueblo natal. 

Ella es un personaje fascinante, plenamente consciente de su triste vida y que prefiere mirarla no de frente, sino inventándose su propia realidad. Para Kefalonia todos los grandiosos eventos de la historia tienen un final feliz, el que persistentemente ella ha imaginado, al que nunca se ha cansado de esperar.

Y lo hace glorificando la felicidad por encima de todas las cosas. La alegría de vivir, la alegría por el trabajo, la alegría por los amigos, la alegría por la música, por el bonche, la alegría de compartir y como no, la alegría en sí misma, sin conservantes ni colorantes, una felicidad casi primitiva y sin razón, sólo pura pasión y que en boca de una prostituta, casi adquiere proporciones de tragedia griega pero con pinceladas de comedia. Una especie de representación teatral.

Su rutina cambia con la llegada de un escritor Sueco que, tras conocerla, se ha propuesto sacarla de ese oficio. Es un turista en busca del sentido de la vida y el porqué de la caída de la civilización. La persuade para que consienta entregarse al mundo de la educación por razón del estudio del arte y la filosofía del mundo, apostando de que con ello alcanzará a encaminar su vida hacia algo mejor.

Este cara a cara enfrentara a estos dos seres con sus tormentos y sus placeres. La picaresca del contenido, el tono subido y desparpajo de sustentación. Son el eje jocoso en la confrontación de las “posturas de vida” de cada cual.

El sueco trata de explicarle algunas cosas de su país. Que definitivamente Kefalonia no logra entender. 

El insólito “problema” de Suecia: sus ciudadanos quieren pagar más impuestos al Estado. Una posición insólita en la Europa de la crisis, crisis que por otro lado se ha notado mucho menos en Suecia que en otros países. A diferencia de algunos países donde el pago de impuestos se considera algo negativo, muchos suecos toleran, e incluso dan la bienvenida, a impuestos altos. Parece que mucha gente ve la conexión entre los impuestos y una sociedad en gran medida justa y que funciona bien, con servicios públicos decentes y una red de seguridad universal. De hecho, la palabra sueca para impuestos, skatt , tiene otro significado: tesoro. No puede haber muchos idiomas en los que la palabra impuesto tenga connotaciones tan positivas.

Y finalmente le dice muerto de risa. En Suecia las cosas realmente funcionan.

Ella lo mira  y le dice muerta de risa también, ok vamos para el monte a recoger leña para poder cocinarte y me sigues narrando ese tan bello cuento de hadas que es tu país. Después hacemos tu turismo de aventura extrema por Venezuela. Donde nada funciona.

Si algo quedara claro en esta historia es que para ser apto en este mundo, se debe ser: DELIBERADAMENTE FELIZ.

Y recuerda… Ciudadano en Acción. ¡Juntos es mejor!