Reimaginemos el Futuro @raulamiel
#MisNotasDomingueras.- Reimaginar el futuro se refiere en términos generales al proceso de imaginar y crear un futuro más deseable, a menudo en respuesta a los desafíos e incertidumbres actuales. Implica examinar críticamente las tendencias actuales, considerar varias posibilidades y desarrollar estrategias para dar forma a un futuro preferido.
Nuestra historia es una fuente importante para comprender el presente. Una buena perspectiva del pasado también permite comprender los posibles desarrollos futuros. El período actual se asemeja en muchos aspectos a las décadas de 1920 y 1930, con señales que se perciben en los ámbitos geopolítico, tecnológico, científico, económico y social.
Esas palabras son una advertencia y, al mismo tiempo, un llamado a la acción. Los líderes, quienes, hasta cierto punto, ejercen influencia en cambios a gran escala, deben estar atentos a los eventos actuales y a los patrones recurrentes evidentes en un estudio de la historia.
Sigo creyendo que es imposible predecir cómo será el futuro exacto, pero el ensayo continuo nos prepara mejor para la posibilidad de grandes trastornos. "Cuanto más atrás mires, más adelante probablemente verás". Esa cita del estadista, estratega y escritor británico Winston Churchill captura extremadamente bien el poder de lo que digo.
En otras palabras: mirar atrás con atención te ayuda a reimaginar el futuro. Pero eso significa que debemos estar abiertos a nuevas perspectivas y a una actitud menos rígida hacia puntos de vista y comportamientos que una vez aprendimos, pero que ahora están obsoletos.
Habrá que hablar de los próximos cambios en términos de "convergencias" de desarrollos provenientes de diversos ámbitos de la economía, la tecnología, la ciencia, la geopolítica, la sociedad, etc. Esta convergencia suele ser un presagio o una advertencia de un cambio de orden. Una visión amplia de los acontecimientos pasados, combinada con señales actuales y emergentes, puede hacer más efectivo el análisis de diversos sectores, como la salud, el transporte, la alimentación y la energía.
Nuestra capacidad para dar forma a nuestro futuro sólo está limitada por nuestra imaginación y nuestra capacidad de trabajar juntos.
A nivel sistémico, existen cambios que están demostrando ser más saludables para el planeta: nos permiten descubrir lo esencial; transforman el panorama político y económico; transforman la cohesión social; y siembran las semillas de formas de trabajo significativamente diferentes. Estos cambios están despertando la imaginación hacia lo que puede ser, porque estamos actuando hacia un futuro que antes no parecía posible y que ahora ya está sucediendo.

Sin descifrar lo que podría ser, se correrá el riesgo de fingir que se vuelve a como eran las cosas antes, como si eso fuera posible. Existen procesos que pueden ayudar a individuos, grupos y organizaciones a comprender lo que está surgiendo y a lo que se puede crear conjuntamente: a impulsar la creatividad orientada al futuro; a coproducir acciones viables para generar cambios a medio y largo plazo.
Lo que enfrentamos se acerca escandalosamente a lo que se ha reconocido como una posibilidad durante décadas, solo que sin la posibilidad de estar físicamente cerca. La acción significativa, una mayor conectividad y la capacidad de aprendizaje de la persona y del sistema serán clave para un mundo resiliente y más compasivo.

Nuestra imaginación sólo está limitada por lo seguros que nos sentimos de ir más lejos que antes.
Es más fácil actuar para adoptar una nueva forma de pensar que pensar para adoptar una nueva forma de actuar. Nunca ha habido un mejor momento ni una mayor necesidad de nuevas ideas y reinvención radical. Traducir todo lo aprendido a prácticas de vanguardia, Ser valientes y abrazar lo antes inimaginable.
Y recuerda... Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!

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